martes, 20 de marzo de 2012

La Alabanza


Es importante la claridad que debemos tener como hijos de Dios, en lo referente a
la alabanza.

Y es que la alabanza no es un espacio que llenar en un programa de la reunión
dominical; tampoco la alabanza está definida para un segmento especial
encargado para adorar, y proclamar la grandeza de nuestro Señor.
La alabanza es función de todos los que aman al Señor, todos los que tienen un
corazón alegre y agradecido por las bondades recibidas de Dios.
La Palabra dice:

“Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”.
 Isaías: 43: 21.
· ¿Qué es la alabanza?
Es reconocer, celebrar y agradecer la fidelidad de Dios sobre nuestra vida.
- ¿Tienes tu algo que reconocerle a Dios?
-¿Tienes tú una razón para celebrar?
-¿Hay algo que el Señor haya hecho en tu vida por el cual tu corazón está
agradecido? ¿Podrías compartirlo?

Y es que la alabanza es expresiva, es visible, es celebración, pues de lo contrario
no será celebración. Entonces la alabanza cobra vida únicamente cuando se
expresa.

Un concepto equivocado y que limita la bendición en la vida de las personas, es
que debemos de alabar a Dios a “nuestra manera”; no es así, al Señor le agrada
tu espontaneidad, le agrada tu disposición; El no tiene formas, al contrario es
diverso, es multiforme, y cada uno de nosotros está llamado a alabarle con la
libertad que El nos ha hecho libres.

· ¿Por qué debemos alabar al Señor?

Porque anhelo expresarle mi amor; porque El se agrada cuando lo alabo.
Porque establezco una relación de comunión cada vez que le alabo.
“Pero tú eres Santo. Tú habitas entra las alabanzas de Israel” Salmos: 22:3.
Una forma de medir tu amor por Dios es evaluando cuanto le alabas
· ¿Cuándo debemos alabar a Señor?

- En todo momento.
“Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi
boca” Salmos: 34:1.

-Cuando estamos alegres.

…¿Está uno alegre? Que cante alabanzas. Santiago: 3: 13b.

- Cuando nos encontremos en dificultades.

El alabar al Señor en los momentos difíciles de nuestra vida, es una muestra de
nuestra dependencia y de nuestra confianza en el Señor.
Lee: 2º de Crónicas: 20: 21-22.

· ¿Dónde debemos alabar al Señor?
En la congregación.

“anunciare tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré”.
Salmos: 22:22.

    En nuestro tiempo devocional.
· ¿Cómo debemos alabar al señor?
- Levantando nuestras manos.
- Levantando nuestra voz.
- Rindiendo todo nuestro ser al Señor (postrado).

MEDITA EN ESTO
¿Cómo está tu alabanza para el Señor? ¿Ocupa un lugar importante en tu vida
espiritual? ¿Expresas continuamente tu alabanza al Señor en gratitud?

APLICACIÓN PRÁCTICA
¿Qué cambios consideras que debes hacer con respecto a la alabanza de tal
manera que experimentes en ella tu victoria?

RENOVANDO TU ENTENDIMIENTO


“Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi
boca” Salmo: 34: 1.


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